La sudoración es una función vital para que los caballos regulen su temperatura corporal, al igual que para nosotros los humanos. Sin embargo, la termorregulación supone un reto especial para los caballos, y esto tiene mucho que ver con la proporción entre piel y masa corporal. Esta entrada del blog analiza por qué sudan los caballos, por qué su sudor a veces parece espumoso y por qué los materiales transpirables son tan importantes en los deportes ecuestres para favorecer el bienestar de nuestros caballos.
La sudoración: La principal forma de refrescarse
En comparación con otros animales, los caballos tienen una superficie cutánea relativamente menor en relación con su masa corporal. Esto significa que no pueden liberar el exceso de calor a través de la piel con la misma eficacia. A diferencia de animales como los perros, que se enfrían jadeando, el sudor es la principal forma que tienen los caballos de regular su temperatura corporal después del ejercicio o a altas temperaturas. Esto explica por qué suelen sudar mucho cuando sudan: su termorregulación se basa en el enfriamiento por evaporación, lo que supone un mayor esfuerzo para la piel.
¿Por qué hace espuma el sudor?
El sudor de los caballos no sólo contiene agua, sino también electrolitos como sodio, calcio y potasio. Estas sales y proteínas, especialmente la proteína latherina, ayudan a que el sudor se reparta uniformemente por la piel y se evapore más rápidamente. Cuando un caballo suda mucho, la fricción de la piel con el sudor por el movimiento y la alta concentración de electrolitos pueden hacer que el sudor se vuelva espumoso. La espuma es, por tanto, una señal de que el cuerpo se esfuerza por enfriarse, y aquí es donde entran en juego los materiales transpirables.
La importancia de los materiales transpirables en los deportes ecuestres
Los materiales transpirables como la lana ofrecen importantes ventajas para la regulación de la temperatura y la evacuación de la humedad, especialmente para los caballos en entrenamiento o competición. A diferencia de los tejidos sintéticos, la lana tiene propiedades naturales de regulación de la humedad, ya que puede absorberla y liberarla sin sensación de humedad. Esto no sólo mantiene seco al caballo, sino que también evita la acumulación de calor y reduce el riesgo de irritación de la piel. Los productos Chevaux Nature a base de lana natural favorecen de forma óptima la piel del caballo y, por tanto, su bienestar.
La lana también evita la acumulación de electricidad estática, lo que aumenta aún más el confort y resulta especialmente agradable para los caballos sensibles. Las fibras naturales se adaptan a la temperatura y evitan el sobrecalentamiento, una ventaja que apreciarán los propietarios de caballos que valoran la sostenibilidad y la máxima calidad.
Conclusión
La sudoración es un mecanismo esencial para que los caballos regulen su temperatura. Especialmente en los deportes orientados al rendimiento, el equipamiento adecuado desempeña un papel decisivo para evitar el sobrecalentamiento y garantizar la comodidad del caballo. Con materiales transpirables y naturales como la lana, los productos Chevaux Nature ofrecen una solución excelente que favorece tanto al caballo como al jinete: sostenible, respetuosa con la piel y funcional.
